lunes, 24 de marzo de 2008

Vacaciones invernales. Parte 2. Amsterdam

Bueno, ahora, un mes después, la segunda entrega de mis vacaciones invernales.

Amsterdam, 4 amigos, 5 días y muchas ganas.


Día 1: Clickair nos deja en Schiphol ante mi primera toma de contacto con los MD-11, ¡preciosos! Fotos de rigor a la torre de control y tren para el centro de la ciudad. Buscamos nuestro albergue, más céntrico imposible y más alternativo tampoco. Esperábamos un ambiente juvenil, algo fiestero, pero personalmente, para mi algo en exceso. Subimos a la habitación tras los trámites en "recepción" e inngrata sorpresa al encontrarnósla llena de griegos. Al parecer esa mañana tenían que cambiar de habitación por nuestra llegada, esperamos mientras recogen sus cosas y entramos. No fue la mejor forma de comenzar...


Dejamos nuestras cosas y nos lanzamos a conocer un poco la ciudad, tras recorrernos las calles principales decidimos que nuestra primera visita tiene que ser el museo Heineken, cerrado hasta agosto... empezamos mal el viaje... pues vamos a acercárnos a la plaza de los museos y a ver que cuesta ver las obras de Van Gogh, 10 euros, para dentro. Ciertamente ninguno de los 4 somos amantes del arte, pero a mi cuando entro a un museo me gusta ver e intentar entender algo, estos tras ver los cuadros famosos del amigo Vincent deciden que con 15 minutos en el museo tenían suficiente, no me queda más que resignarme y aceptar. Primera visita a un Coffee Shop, pronto me di cuenta que esos ámbientes oscuros y esos locales subterráneos no acaban de ir conmigo, aún así decidí probar, ninguna sensación especial, no repito. El día siguió con visitas a coffees y al volver al albergue esperando que hubieran cambiado las sábanas de los griegos sino nos daba algo, suerte tuvimos...


Día 2: Con 4 seguidores del fútbol, visitar el moderno Amsterdam Arena era obligatorio, así que metro hasta las afueras y visita guiada por el estadio, lástima que ese fin de semana no pudieramos disfrutar de ningún partido en directo, buscamos un sitio para comer y acabamos en un McDonald's tras no encontrar nada mejor. Por la tarde paseo por el Barrio Rojo, asombro ante lo peculiar del barrio y por la noche de fiesta a una antigua iglesia en la calle del mercado de las flores, Odeon. Bastante bien, un ambiente chulo, gente amable y simpática y buena música. La primera toma de contacto con los holandeses muy buena, con cualquiera que hablabas había venido o tenía pendiente una visita a España y ya tenías tema de conversación para rato.


Día 3: La mañana del día siguiente iba a estar pérdida tras llegar a las 6 al albergue, nos levantamos y entre que nos duchamos y nos arreglamos se nos hacen las 2 de la tarde, buscamos algo decente para comer y acabamos en un italiano. Parece que los precios son razonables, las pizzas y la pasta buenas y sorpresón al descubrir lo que piden en Holanda por una botella de agua en un restaurante, ¡6 euros! una botella de 1'5 litros, pedimos 2, 12 euros en agua, dolor. Por la tarde tras haber visto ya todo lo destacable de la ciudad y sin ganas de ver el museo de Anna Frank nos fuimos a sacar partido al bono de transporte público para 3 días que habíamos comprado de camino al Amsterdam Arena, así que cogemos una línea de tranvía y hasta donde pare. A las afueras de la ciudad, en el este, en un parque precioso, muy húmedo y lleno de familias disfrutando de un sábado soleado. El sol caía y nos volvíamos a transformar en hombres-fiesta, esa noche tocaba ir a Paradysso, las mejores referencias de todos con los que hablábamos era ir a esta discoteca-sala de conciertos, al estilo Razzmatazz en Barcelona, llegamos un poco tarde después de pedir ayuda de como llegar a unas jóvenes holandesas, que nos llevaron hasta la puerta sin ellas tener que ir allí, sorpresa cuando nos encontramos el cartel de "Sold out". Sorprendidos una vez con la amabilidad de los holandeses, nos recomiendan sitios por la zona y acabamos en una discoteca repleta de chavales jóvenes, nosotros con 21 años nos sentíamos incluso algo mayorcitos, Meltweg. La música alternativa es mi estilo, pero mis amigos no acabaron de disfrutar del sitio, quizás por la decepción de no entrar a Paradysso. Volvimos para casa andando y probando los Kebabs 24 horas que abundan por la ciudad, eran las 5-6 de la mañana y Leidseplein parecía que viviera las 6 de la tarde, apestado de gente. Volvemos para casa y a dormir.


Día 4: El cuarto día para mi tenía que ser una visita a Utrecht, ciudad a unos 50 km de Amsterdam, pero la idea no prosperó y nuevamente tras perder la mañana buscamos algún sitio para comer en la zona de Leidseplein donde la noche anterior habíamos salido de fiesta, encontramos un italiano con precios muy buenos, el único pero nuevamente los 5 euros de la botella de agua de 1 litro, aún así 1/2 pizza+plato de pasta unos 9 euros. Por la tarde nuevamente tranvía hasta el otro extremo de la ciudad, esta vez acabamos en un barrio residencial muy pintoresco y lleno de casitas cerca de Schiphol, paseamos por sus parques, con sus patos en los canales y volvemos más tarde para el albergue haciendo una visita panorámica de la ciudad montados en el tranvía. Último paseo por el barrio rojo, entramos a un pub irlandés para ver el Barça Vs Sevilla. Nos arreglamos y nuevamente de fiesta, era domingo y no esperábamos gran cosa, fuimos a Escape en Rembrandplein, nos hablaron muy bien de la noche del sábado, entramos allí tras ser cacheados y tras pasar por un detector de metales, que mal rollo... aquello estaba casi vacio, apenas había 40 personas y poco nos faltó para salir de allí y volvernos para el albergue en nuestra última noche en Amsterdam, pero nos encontramos casualmente con un grupo de chicas que venían en el avión con nosotros desde Barcelona, curiosamente eran americanas y estaban de gira por Europa, habían estado en Dublin, Barcelona y ahora Amsterdam y después volvían a Granada, el rato que estuvimos hablando con ellas aquello se empezó a animar y empezó a llegar gente. Un ámbiente completamente diferente al de noches anteriores, la gente algo más mayor y allí se respiraba algo extraño. Los 4 tuvimos la sensación que en esa discoteca había alguien famoso o algún camello o algo que necesitara ciertos cuidados, pues el control de metales, cacheo y la pinta que tenían algunos de guardaespaldas tiraba para atrás. Aún así nosotros a nuestra bola nos lo pasamos muy bien. Cama y a dormir.


Día 5: Nos levantamos algo temprano para acabar de disfrutar un poco de Amsterdam, decidimos que volveríamos a comer al mismo sitio del día anterior pero les obligue a ir andando, no podía irme de Amsterdam con las 4 fotos que llevaba en la cámara, así que dimos mil vueltas hasta llegar allí aprovechándome que el guía en Amsterdam era yo y ellos se limitaban a seguirme, alguna ventaja tenía que tener. Tras cansarnos llegamos al restaurante, repetimos el menú y por la tarde de relax en bares de la zona. Ya eran las 5 y nuestro avión salía a las 10, teníamos las maletas ya echas, así que dirección al albergue, coger las maletas y a Centraal Station a coger el tren a Schiphol. El avión salió con puntualidad, sobrevolamos país, me llamaron idiota hasta que como yo pudieron ver la torre Eiffel por las ventanas del avión y en algo menos de dos horas aterrizamos en El Prat.


5 días con mis amigos de vacaciones, días para desconectar, muy buen sabor de boca, aunque hubiera preferido algo más de turismo y menos fiesta. Una aventura más.


El mundo ATC está paradísimo por ahora, lo único, la ilusión que me hizo al recibir en casa la "ATC Magazine" de éste trimestre después de que publicaran una foto mía del 777 de Singapore Airlines. De la visita al ACC de Gavá no he vuelto a tener más noticias. Pronto deben de salir las fechas para la próxima convocatoria y en LimaEco se nota que hay algo más de ambiente.


Espero tener pronto cosas nuevas que contaros de lo que me llevó a empezar ester blog, pero por ahora poca cosa, lo único el susto que me llevé ayer por la tarde cuando sufrí un mareo un poco fuerte, tras visitar urgencias me diagnosticaron un sincope, un desmayo súbito pero sin pérdida de consciencia, al menos en mi caso, todas las pruebas que me hicieron no indicaron nada, el electro y todo estaba perfecto aunque me han dado visita para el cariólogo para que me hagan más pruebas. Me asusté un poco pues no me suelo marear nunca, debió ser una mala digestión o algo, pero bueno, lo primero que hice al llegar a casa fue revisar los requisitos del CIMA, parece que ningún impedimento, por ahora... Lo más curioso de mi visita a urgencias fue al personaje VIP que me encontré en el hospital. Soy aficionado al automovilismo, sobretodo a la F1 y cual fue mi sorpresa cuando pasó por allí Michael Schumacher con un grupo de amigos. Al parecer habían estado en Montmeló con las motos (ahora parece que le ha dado por el mundo de las 2 ruedas) y uno de ellos se había caído y se ha roto la clavícula (eso es lo que me contó uno de los enfermeros) y como el hospital de Granollers es el más cercano al circuito cayeron por allí. Al menos el susto tuvo un toque diferente ;)

Ser felices, hasta la próxima entrada, aún me quedan cosas que contar de las vacaciones de Enero-Febrero.

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