miércoles, 25 de abril de 2007

Principio del comienzo

Estaba yo en pleno desarrollo hormonal cuando comencé a interesarme por lo de ser controlador aéreo, 13 o 14 primaveras debía llevar a mis espaldas por entonces y no habría hecho otra cosa que justo comenzar la ESO, yo quería ser ingeniero aeronáutico para llegar a ser controlador aéreo, quizás porque sonaba bien o porque habría visto algún documental sobre ellos y decidí que aquella debía ser mi profesión, pero en los últimos años en el instituto, en bachillerato y con la única opción de cursar la carrera en Madrid me vine un poco abajo y con ello mis notas. El cambio de vida que podía suponer irme a un sitio nuevo con 18 años no era del todo de mi agrado y el esfuerzo que tenía que hacer para conseguir las notas requeridas no parecían un objetivo real para alguien que se distrae con suma facilidad y que lo de estudiar nunca se le ha dado muy bien, total que aquella idea desapareció y cuando descubrí que la carrera se iba a implantar justo en el centro donde meses después iba a acabar estudiando fue demasiado tarde y en lugar de ingenieria aeronáutica comencé un frustrante año como estudiante de ingenieria industrial, distracciones y la nulidad de motivaciones me alejaron de aquel centro al contiguo donde actualmente curso ingenieria técnica electrónica donde una motivación real ha surgido definitivamente. De forma casi casual he descubierto que para ser controlador aéreo uno no debe ser ingeniero aeronáutico y ansio acabar mi carrera para poder presentarme a la candidatura de ATC, lo de ser ingeniero para mi sería el segundo plato, aunque trato de buscar algo en ello que no me haga obsesionarme en exceso con mi plan A.

Barcelona - El Prat - España


Mis hábitos de estudio han tenido que ser replanteados y poco a poco vamos mejorando, la motivación es demasiado grande, pero sigo perdiendo demasiado tiempo indagando en el motivo final más que formando la base que necesito para alcanzarlo. Pero siento que las cosas comienzan a encauzarse y que lo que quería ser de niño es un objetivo que con esfuerzo, dedicación y suerte puede llegar a ser mi profesión real, es difícil, muy difícil pero hay que luchar por ello, son sobre unos 150 aptos de más de 5000 candidatos.

Me empiezo a cuidar fisicamente y trato de imponerme una serie de costumbres que fomenten en mi ciertas cualidades que se presentan en el perfil de un buen ATC, el alcohol y los estupefacientes están desde hace tiempo prohibidos en mi vida y quiero que mi mente no se intoxique con estas mierdas nunca más, aunque nunca fue consumidor habitual, mucho menos de drogas.

Han pasado solo unos cinco meses desde que he revitalizado mi motivación profesional, mi vida personal es y era muy feliz, la profesional no lo tenía tan claro, espero ir plasmando en el blog como se desarolla este sentimiento.

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